“YO, Christiane F”
Hace tiempo, decidí ver esta película por recomendación de una amiga sin mayor interés. Sin embargo, esto cambio al terminar de verla. Mi visión cambio totalmente, e incluso hizo que ese interés que en un momento nació se haya convertido en la visión que le quiero dar a mi estudio en un futuro.
Yo, Cristina F (basada en una historia real de la propia protagonista) relata como una joven de 14 años, se adentra en el mundo de las drogas, sobre todo en el de la heroína, como una forma de diversión a la cual acaba enganchada. No sólo trata el nivel de dependencia que esta crea, sino a lo que Cristina llega a ser capaz de hacer por consumir, como prostituirse. Se muestra como junto a su novio, el cual también sufre una dependencia y ejerce esos mismos métodos para conseguir saciarla, intentan salir de esta adicción juntos hasta el punto de verse imágenes macabras, demostrando que no es tan fácil como mucha gente cree que es. El final no lo voy a revelar, por si alguien no la ha visto y está interesa, pero comentar que al fin y al cabo todo vuelve a sus inicios.
He decidido hacer esta entrada para cambiar un poco la metodología de las anteriores en las que me basaba más en artículos y noticias, para darle una visión quizá más dinámica.
Con esto quiero destacar como la prevención en la adolescencia es totalmente necesaria, puesto que ahora con la crisis, los recortes públicos están afectando, además de la desaparición de centros de desintoxicación y rehabilitación, a que las asociaciones se vean incapaces de llevar a cabo charlas y actividades de concienciación e información sobre drogas debido a que los presupuestos que ahora mismo cuentan, así como con el número de trabajadores a los que se han visto obligados a decir adiós, y a los que siguen en su puesto, pero llevan meses aguantando la situación, son escasos.
Pero ya no sólo es una crítica a la reducción de los recursos públicos destinados a la drogadicción, sino también a los niveles de adicción que llevan a los jóvenes (en este caso) a ejercer cualquier cosa que esté en su mano para poder consumir. El claro ejemplo de la película es como ella y su novio recurren a la prostitución, donde empiezan sólo de vez en cuando y de la cual al final no pueden salir.
En relación con esto, quiero mencionar un dato bastante curioso que he leído en un artículo:
“Los cambios que el INE ha introducido en la Contabilidad Nacional elevan la riqueza producida por los españoles al incorporar como inversión el gasto en I+D, el armamento o las actividades ilegales como la prostitución, el tráfico de drogas o el contrabando de tabaco en 26.193 millones más en 2013. El PIB nominal por tanto de este año alcanzó los 1,049 billones frente a los 1,023 billones que figuraban hasta ahora en las cuentas oficiales.”
Y ahora me pregunto yo, si es casualidad que el aumento del consumo de drogas en adolescentes, los cuales no recibieron una prevención contra la drogadicción, y que ahora están enganchados, a la vez que cuentan con un inferior numero de medios para salir de esta adicción, a su misma vez son los mismos que aumentan el PIB debido a que su dependencia los lleva a niveles extremos de desesperación, y a realizar actividades relacionadas con la prostitución y el tráfico de drogas…
Puesto esto… ¿debemos echar la culpa de todo a estos adolescentes? ¿O deberíamos mirar la cara oculta de la moneda?
“Dos chavales se encierran en una habitación a pasar el mono de heroína. Tiemblan, se retuercen sobre sí mismos, sudan. El síndrome de abstinencia les lleva a arrancar con sus uñas el papel de las paredes. La impotencia de no conseguir la dosis a la que están acostumbrados sus cuerpos, todavía en desarrollo, es devastadora.”
“Porque la auténtica Christiane la fumaría por primera vez tras un concierto de Bowie y a los 14 años ya se inyectaba en pisos destartalados junto a otros chavales convertidos a chaperos y prostitutas, congregados en la mítica estación de metro berlinesa. Los mismos que antes bailaban en The Sound, esos hijos de familias bien que ignoraban la otra vida de sus retoños, ahora caían uno tras otro por sobredosis.”
CRISTINA ABLANQUE LÓPEZ
2 GRUPO A3
Filosofía social y de la cultura 